miércoles, 10 de septiembre de 2008

Ciencia y Tecnología. En busca de los secretos del Big Bang

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Buscando los secretos del big-bang

El campo de Higgs

El campo de Higgs es un intento de explicar, dentro de la lógica matemática, la existencia de masa en la materia, que desde casi siempre, se sabe que es energía, por aquello de que “la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma”; es decir, sin este campo, que se distribuye por todo el universo, la materia existente no tendría masa, no pesaría nada, todos seríamos como un haz de fotones, yendo y viniendo, al trabajo o al supermercado, moviéndonos a la velocidad de la luz.

El bosón de Higgs

El bosón de Higgs es otra de las formas de ver el mismo fenómeno que se explica con el campo de Higgs, debido a una de las más difíciles de entender características de la energía estudiada por la física cuántica, de que los fenómenos, a la escala de lo muy pequeño, se presentan de forma ondulatoria y corpuscular, así, la luz es, al mismo tiempo, un haz de fotones (corpúsculos o partículas) y una onda electromagnética.

En la física de lo muy pequeño, las partículas están clasificadas en dos grupos llamados: fermiones, que constituyen la materia y bosones, las que transmiten las fuerzas.

El aparato del fin del mundo

Bien, el día de hoy, el Large Hadron Collider (Gran Colisionador de Hadrones), el que según algunos iba a ser causa del fin del mundo, fue puesto en funcionamiento a las 09:30, el cual, dentro sus principales objetivos, tiene el encontrar el bosón de Higgs, hecho que corroboraría la predicción teórica del modelo estándar con que se describe el mundo subatómico, y daría luz sobre el momento del Big Bang con que se inició (teóricamente) el universo.

Steven Weinberg y sus asociados Abdus Salam y Sheldon Glashow, acomodaron los campos de Higgins en el modelo estándar de la física de partículas cuyo objetivo es modelar la unificación de las fuerzas de la naturaleza en una sola.

Información obtenida de: Doble éxito para el gran acelerador europeo de partículas (http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Doble/exito/gran/acelerador/europeo/particulas/elpepusoc/20080910elpepusoc_1/Tes)

Saludos
Valram

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domingo, 7 de septiembre de 2008

Ciencia y Tecnología. La genética y el entorno durante el desarrollo cerebral

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Siempre se me ha dicho que en el desarrollo de ciertas enfermedades, defectos o cualidades “con las que uno nace”, dependían de la “carga genética” del individuo, es decir, que la combinación específica de genes en el momento de la concepción de cada uno de nosotros, determina el desarrollo o resistencia de ciertas enfermedades y aptitudes.

Bueno, pues resulta que esto es cierto, sólo que, en determinados momentos de la formación del cerebro, el entorno, el medio ambiente en el cual se desarrolla, afecta de forma determinante el que esos genes productores de enfermedades, defectos, aptitudes, se activen o se queden en stand by.

En el Instituto Picower para el Aprendizaje y la Memoria, adscrito al Massachusetts Institute of Technology (http://web.mit.edu/newsoffice/2008/missing-link-0715.html) descubrieron que ciertos genes obedecen, en igual importancia, tanto del factor genético como del entorno físico durante la etapa decisiva del desarrollo cerebral.

Esto quiere decir, que un trastorno puede tener un origen enteramente genético, pero ser enteramente dependiente de su ambiente físico. —¡¿Ton’s?!—.

Supongamos que vamos a la tienda y compramos un televisor, lo llevamos a nuestra casa y lo colocamos en una mesa; bueno, pues ya tenemos el equipo, el aparato listo para realizar su función, este es el equivalente del gen, pero (aquí está el meollo del asunto) si ese televisor no es conectado en el contacto eléctrico y nadie presiona el switch de encendido —esto es el equivalente al medio ambiente—, el televisor podrá entonces dormir el sueño de los justos y nunca funcionar.

Los investigadores están ahora tratando de identificar cuales son los genes que nos afectan en enfermedades, como el autismo, y cuáles son los factores ambientales que los activan, para poder desarrollar un procedimiento que las evite.

La buena noticia es que ya se han empezado a identificar grupos de genes particularmente sensibles en períodos críticos del desarrollo cerebral y que, con el tiempo, pueda ser controlado su entorno durante ese período susceptible y evitar que estos se activen.

Saludos
Valram

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