martes, 17 de febrero de 2009

Ciencia y Tecnología. En los límites del Universo

Por: Navarrete B. Gabino - > Ciencia y Ficción

Cuando leía sobre estos temas hace unos 13 años en revistas y libros que aunque no eran las tareas asignadas para la escuela, le dedicaba tiempo porque me interesaba mucho, me atraía como la atracción de los imanes. Había mucha expectación sobre lo que sería el siglo 21 a escasos años de iniciar. El siglo XX llegaba a su fin y entonces pensaba en todo lo que se abarcó sobre avances científicos, inventos del siglo XX, escritores del siglo XX, descubrimientos, experimentos y tecnología.

Solo en este campo de la ciencia y la tecnología era sobre lo que estaba absorto leyendo y leyendo que de momento no me acuerdo mucho y solo repasando y volviendo a estudiar volvería a recordar. Entonces adopte un termino como alias para mí, el Avatar Gs21, un personaje para mí ficticio donde me imaginaba a mí mismo como un ser parte androide, con solo la estructura cerebral alojado en dicho cuerpo con la capacidad de emular en operaciones por segundo a la computadora más potente que aun no se habría inventado a finales de siglo 21, claro que este concepto no es nuevo y de ahí tome tal imaginación, antes había leído en un apartado de ciencia ficción que así seria posible vivir indefinidamente, contando solo con el cerebro como parte humana en un cuerpo metal-platino, ya que el cerebro es el miembro maravilloso del cuerpo humano que no se puede explotar al 100 por ciento durante la vida de un ser humano, así viviera 1,000 años. 

Bien, aquellas imaginaciones juveniles de finales de siglo XX fueron producto de tanta lectura jeje, como cualquier otro, creo yo. Y eso no era nada, aún tengo para rato para develar tantas imaginaciones e ideas que se me vienen a la mente y otras más renovadas a los nuevos tiempos como del Avatar Gs21 que me adopte en aquel tiempo. Ahora, hablando de este Avatar me imaginaba las posibilidades más allá de este siglo 21, 22, 23 en fin… y conocer los limites del universo, tema que recuerdo en parte y que a continuación escribo de lo que leí en libros y revistas por ese entonces:

¿Donde se situarán los límites del universo en el año 2100?
Los conocimientos que habrá alcanzado el hombre para entonces sobre el cosmos son difíciles de imaginar. Sin embargo, por las tendencias científicas actuales podemos prever que misterios se resolverán en este siglo XXI: la teoría del campo unificado, el esclarecimiento de la materia oscura, la reproducción en la tierra de los hornos nucleares de las estrellas… ¿Resultará ser el universo en su conjunto un proyecto cósmico que se autoorganiza y se marca sus propios fines?

La visión que obtendremos de él será radicalmente distinta de la actual. Según el renombrado físico teórico Paul Davies, “a la vista del estado presente de la física, es legitimo considerar que se puedan encontrar extensiones o modificaciones de las leyes establecidas que incorporen a nivel fundamental la capacidad de la materia y de la energía a autoorganizarse por sí mismas”.

La gran mayoría de los científicos en el siglo XX han mantenido que todos los fenómenos físicos se explican por el comportamiento mecánico de cada uno de sus elementos constituyentes, que el universo se comporta de acuerdo con leyes reduccionistas, en base al estudio de casos ideales y sencillos, prácticamente inexistentes en el mundo real. Los científicos de fines de este siglo XXI posiblemente no pensarán así. “El todo es mayor que la suma de sus partes”, dirán, “cualquier acontecimiento está relacionado con todos los demás”; “el modelo del universo que tenían en el siglo XX no era más que un caso muy particular del verdadero, más complejo y creativo”.

Ilya Prigogine, premio Nobel de Química, se sentiría a gusto con esa comunidad científica del futuro. Ha propuesto una modificación de las leyes microscópicas. Pretende que debemos centrarnos en los problemas de la biología y la química, para lograr entender la complejidad de la naturaleza y descifrar así como a partir del caos se generan las estructuras, el orden. Su universo es rabiosamente innovador y antireduccionista. Prigogine también cree que se probara que el cosmos tiene voluntad propia, al menos en determinados periodos evolutivos.

Brillantes físicos como Stephen Hawking, Sidney Coleman y el hispano Juan Pérez Mercader, auguran un esplendido siglo XXI a la cosmología cuántica al universo como un todo. Esta poderosa herramienta científica es posible que contribuya a explicar la creación del mundo a partir de nada, el misterio de la materia oscura, el problema de la constante cosmológica, los atajos en la dimensión espacio-tiempo y la comunicación con universos paralelos. Era lo que se decía a finales del anterior siglo XX, ahora ya hay nuevos avances que después en siguientes artículos se postearán de los nuevos descubrimientos, así como del avance científico que nos ofrecen estas incansables mentes de genios comprometidos. Y mientras aun en vida podamos estar en pie y viviendo la vida como tú sientas que eres feliz; estamos a las expectativas con sorpresa y entusiasmo de estos avances con las noticias día a día sobre el mundo y el universo en que nos toco vivir.
- Navarrete B. Gabino

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